Conan se financió por Kickstarter allá a principios de 2015. Se trató de una de las campañas más exitosas en cuanto a juegos de mesa se refiere con más de 16.000 patrocinadores y 3.327.757 $ recaudados. El juego se anunciaba para Octubre de ese mismo año pero el proyecto se fue de madre de tal forma que Monolith ha necesitado un año más para entregar el juego base a sus patrocinadores.
Sin embargo la espera ha merecido la pena. Los componentes son expectaculares tanto en cantidad como en calidad. Minis, cartas, troquel, tableros… todo es de primera calidad. Pero sin duda el arte del juego, inspirado en los relatos de Robert E. Howart ha sido la clave del éxito de este juego.
La pregunta obligada en este tipo de proyectos de minis tan expectaculares es sin duda ¿Hay juego detrás de tanto plástico?. En este caso la respuesta es sí.
Conan es un juego que va directo al grano, lo que todos los seguidores del personaje esperamos de un juego de Conan es acción y aquí la vas a tener desde el primer instante. Se trata de un juego que va por escenarios, por lo que en cualquier momento puedes montar una partida con quien quieras y cuando quieras, sin necesidad de planificar una campaña con un grupo fijo de jugadores. Para mí, esto es una gran ventaja sobre otros competidores como Descent, pero si eres de los que disfruta más con la progresión de los personajes tienes la opción del modo campaña que se incluía como Addon en el Kickstarter.
Las mecánicas del juego son muy sencillas, un grupo de héroes contra un Overloard, cada escenario va a dar la disposión inicial, la misión a cumplir por cada uno de ellos así como una serie de reglas específicas.
Los héroes alternan sus acciones durante su turno. Para activar cada acción disponen de una serie de gemas que además representan su vitalidad, si pierdes todas las gemas habrás muerto. Al principio de cada turno cada héroe decide cuantas gemas recupera de su zona de cansancio a la zona de disponibles, en función de cuantas decida recuperar se encontrará activo para realizar acciones o descansando, por lo que no podrá realizar ninguna acción salvo defenderse de los ataques del Overloard.
El Overloard por su parte dispone de un tablero en el que tiene representados por losetas a todos sus efectivos formando una línea que en este juego se denomina río. La activación funciona con el mismo sistema de gemas pero en este caso el coste dependerá del lugar que ocupan las losetas en el río. Activar la loseta más a la izquierda vale una gema y el coste va en aumento según la loseta se sitúe más a la derecha. Tras activar la loseta esta se traslada al final del río de modo que el coste de activación aumenta.
Reglas sencillas pero pésimamente explicadas en los dos libros de reglas del juego, la sensación generalizada, sobre todo en el texto de alguna carta, es que se trata de una mala traducción del francés al inglés lo que dificulta la comprensión de lo que nos quieren decir los autores.
Otra pega que esperemos se vaya resolviendo es la escasez de escenarios, si bien con los que vienen en el juego tienes para unas cuantas horas de diversión parece que no aprovechan como deberían los strech goals del kickstarter. En la página web de Monolith tienen colgados de momento los mismos escenarios que ya trae el manual pero esperemos que vayan colgando nuevas aventuras.
Sin embargo, a pesar de estas pegas, las sensaciones que deja el juego son extraordinarias. Es un juego que fluye con naturalidad y se disfruta desde el principio. Explicación sencilla y a pegarse, sin complicaciones. Un juego muy recomendable para introducir en los juegos de mesa a público no jugón, sobre todo a esos chavales que están en esa edad en la que se hace difícil encontrar algo que les motive.
En definitiva, tras varios intentos fallidos parece que por fin Conan tiene un juego de mesa a la altura del personaje.
Zathura 